viernes, 26 de febrero de 2010

Exposición de José Mª de la Cueva, en el Teatret, de Xixona

De la obra de José Mª se ha dicho y se dirán muchas palabras tratando de envolver el conglomerado de su paleta. Nos escribe y nos invita a su próxima exposición pictórica que se inaugurará a las ocho de la tarde del próximo día cinco, pero que podremos contemplar desde el tres hasta el veinte de marzo.
Porque el hecho es que Jose Mª de la Cueva es un laborioso artista que se afana en la búsqueda de las cosas bellas. Su obra me trae a la memoria los ritmos disueltos de versos desconocidos, cuando imagino como señuelo el ritmo de su pincel con el que la belleza va y viene, al igual que fluyen las olas, porque bien sabe José Mª que poseerla no es posible.
Los lienzos de José Mª son un espectáculo de visos y sombras, siempre cambiantes y con arbitrios suficientes para renovar los registros eternamente. Un hervidero de vida constante e inabarcable que encogen el corazón del Artista y lo hace sentirse diminuto, un alma huérfana buscando en la inmensidad una réplica, un reflejo imposible en la superficie movida del cielo estrellado. Quiere mecer la hermosura con los ritmos propios de la brisa, cimbrearla con el aliento fresco del alba y hacerla vibrar en la secuencia de un arrullo cayendo en la tarde.
Ya saben, la cita es en la Sala Municipal de Exposiciones el Teatret, en Xixona, el próximo viernes cinco.

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