miércoles, 27 de mayo de 2015

La Verdad publica un articulo en La Voz de Espejo: "Bajo mi conciencia" de Juan Antonio Urbano.

Queremos dar la enhorabuena a Juan Antonio Urbano, por la aparición en La Verdad de un artículo suyo que reproducimos a continuación:






























Bajo mi conciencia

  • La sábana del poder me oculta de esos anónimos que a la postre ensalzan mi manera de vivir mientras no se descubran mis elaboradas y planificadas estratagemas. 

     En la intemperie de un recodo vuela lívida mi conciencia arrastrando su paso cadencioso por el peso pendular de la rabia y la pena.

    He visto por el camino de la negra azucena frondosos paisajes de pus y herrumbre usurera rodeando de mentira inmunda y latrocinio caníbal la riqueza, la riqueza, la riqueza, que enferma los cerebros de volcánica ambición vomitando borbotones de miseria entre las garras febriles de la codicia extrema. Y a hombres y mujeres de mirada honesta, que envueltos en las sábanas del poder se creyeron inmunes a ciencia cierta y perdieron su nobleza por acumular en los rincones de su dignidad las semillas de la impureza, vendiendo su honestidad por acumular excesos de ganancias oscuras y fatuas riquezas, que ni en varias vidas tuvieran tiempo de disfrutar. Pero la insensatez del insaciado les puso venda y les hizo creer que nadie se daría cuenta de que estaban acaparando bienes que a otras gentes de necesidades altas bien les viniera para salir del paso en su trompicada existencia.
    Cuando el corazón se hace duro, cuando hace rato se transformó en piedra, cuando deja de ser honorable, cuando hierra y escribe con ere lo que con erre debiera. Cuando el corazón ya no es corazón sino piedra... ¿Qué importa el sufrimiento de la gente si he de comprar más alforjas para rellenarlas del fruto de las tretas que invento para aprovecharme del inocente? ¿...Y qué importan esas personas que confían en mí si no tienen rostro ni tienen nombre? La sábana del poder me oculta de esos anónimos que a la postre ensalzan mi manera de vivir mientras no se descubran mis elaboradas y planificadas estratagemas.
    También he visto en la misma raya seca ánimos abatidos en los más profundos surcos del encadenado mundo sin luz de la helada pobreza. Comedores austeros que palian las penas de aquellos que mendigan su sustento día a día. Cáritas, que con esfuerzo, apuntala el vivir ceniciento de familias enteras para suavizar el sufrimiento del que perdió el paso y el ritmo de andar por las aceras. Aquellos que no tienen ni para ropa, ni mantas, ni para pagar la luz, ni el agua, ni el gas, ni la cena.
    Y cuánta indignación puede causas el ver niños desiertos de sonrisas rotas, de lánguidos gestos y lápidas en la boca, de muecas ulceradas en grietas dolorosas que van salpicando sus tristes penas ante impasibles acciones y finanzas de coraza en piel insensible y rugosa de avaricia ciega. El ánimo de lucro pervierte las ideas, y no deja pensar en por qué acumulo en exceso, incluso a veces con engaños, mientras obligo a débiles con mi espada a aplastarse contra la pared de la impotencia. Pobre infancia abandonada y sola ante aquellos que aprovechan su prepotencia para engordar sus arcas a toda costa mientras hay niños que purgan su vida entre la inocencia de su hambre dolorida que se desboca y la frustración de un presente que socava impasible la ilusión rota, rota, rota...
    Bajo mi conciencia... Bajo mi conciencia.
    Son 9.250 millones los defraudados en los principales escándalos.
    Y las conciencias limpias del país se los gastaron en regalos, viajes, vehículos de lujo, mansiones... o lo mandaron a Suiza, o a otros paraísos fiscales.
    Este dinero defraudado en los principales escándalos de corrupción política hubiera bastado para evitar los recortes sociales de 2012.
    El presupuesto de Cruz Roja asciende a 43 millones y el de Cáritas a 25 millones, aproximadamente. Si hubiera habido remordimiento de conciencia, ¿cuánta ayuda se podría haber proporcionado a aquellos que lo están pasando mal en este período de crisis económica, y fruto de los recortes que debido a estos desfalcos han caído como aves de presa sobre las clases españolas menos pudientes?
    Me pregunto si tan difícil es para Hacienda recuperar estos ahorrillos sustraídos al bien común para devolverlos en forma de ayudas estatales (Hacienda somos todos, en lo bueno y en lo malo, en la recaudación y en el reparto) a aquellas familias necesitadas que provienen de la falta de previsión de los gobiernos y de los goles que algunos personajes poderosos e influyentes han ido metiendo en las casa más humildes. ¡Golpe de timón! ¡Sujeten bien las riendas!
    Todo bajo mi conciencia.
Juan Antonio Urbano.


Diario LA VERDAD



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